La superficie a climatizar así como la potencia son los dos conceptos en los que se debe fijar a la hora de elegir el tipo de equipo. Según las necesidades y espacio a climatizar, existen diferentes tipos:
Aire acondicionado Split de Pared: la unidad interior se instala en la pared y son relativamente económicos, además de ofrecer niveles de ruido muy bajos. Existe la posibilidad de instalar un sistema multisplit que permite conectar hasta varias unidades interiores con una única exterior.
Aire acondicionado Split de Techo: la unidad interior se instala en el techo y son ideales para grandes espacios. Su instalación es más compleja que los de pared.
Aire acondicionado Split Piso/techo: la unidad interior se puede instalar tanto en el techo como en el suelo. Por lo general tienen un precio más elevado que los Split tradicionales aunque también permiten notar la climatización más rápidamente en las estancias.
Aire acondicionado Split por conductos: la unidad interior se instala dentro del falso techo por lo que es muy discreto. Su instalación implica obras o una preinstalación. Como su propio nombre indica, funciona a través de conductos. Estos terminan en las diferentes habitaciones en las que, a través de una rejilla, expulsan el aire ya refrigerado. Suele ser una opción muy apropiada para construcciones de grandes dimensiones y distintas habitaciones que requieren de una climatización constante.
Aire acondicionado Split Cassette: está diseñado para instalarse en falsos techos, igual que los conductos. La principal diferencia es que reparte el aire por sus 4 lados desde arriba hacia abajo.
Aire acondicionado Split portátil: no necesita de obras ni instalación ya que se trata de un equipo compacto y fácil de mover de un lugar a otro.